El Colegio de Enfermería de Málaga redacta un Manifiesto en defensa de la atención primaria y exige soluciones a la Junta de Andalucía

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El Colegio de Enfermería de Málaga reivindica medidas urgentes para evitar el colapso de la atención primaria. El presidente de las enfermeras malagueñas, José Miguel Carrasco, en nombre de los 7.900 profesionales de la provincia, ha remitido una carta al delegado territorial de Salud y Familia, Carlos Bautista, para informar de la situación que se vive en la provincia de Málaga respecto a la Sanidad Pública. Siendo la atención primaria el primer elemento del sistema sanitario para hacer frente al Covid-19, hay que minimizar al máximo el impacto al que el sistema sanitario se enfrenta. Es decir, urge intentar evitar la saturación en todos los niveles y para ello hay que dar respuesta a problemas que existen.

Mediante un manifiesto en defensa de la atención primaria, también remitido al delegado de Salud y Familia en Málaga, el Colegio de Enfermería malagueño pretende informar a la ciudadanía, profesionales y autoridades sanitarias de los riesgos en la salud de la población como consecuencia de la aplicación de las medidas adoptadas por la Consejería de Salud en la lucha contra el Covid-19. “A los profesionales de Enfermería se les han asignado nuevas tareas añadidas a las que le son propias en el ámbito de la Salud Familiar y Comunitaria; y el número de enfermeras en los centros de atención primaria era insuficiente con anterioridad a la aparición de la pandemia para prestar a los ciudadanos la atención que en dicho nivel asistencial son de su competencia”, explica José Miguel Carrasco.

Con las medidas adoptadas por la Consejería de Salud en la lucha contra el Covid-19, las enfermeras han de sumar a su carga de trabajo la toma de muestras para la detección del coronavirus y estados de seroprevalencia a nuevos grupos de población; labores de rastreo y seguimiento de contactos con personas positivas; responsabilidad en las funciones de enlace con los centros escolares y ejecución del triaje previo a la entrada en los centros de salud, entre otras. “Además, las enfermeras continúan prestando atención presencial, tanto en el centro como en el domicilio, especialmente en este contexto de la pandemia. El déficit de profesionales y la saturación de tareas redunda en la calidad de los cuidados que las enfermeras prestan a los ciudadanos, con la repercusión en la salud de los mismos, sobre todo en personas pluripatológicas y con enfermedades crónicas, que se ven en la necesidad de solicitar atención al siguiente nivel asistencial, urgencias hospitalarias y atención especializada, debido a la descompensación y agudización de sus patologías de base”, añade el presidente del Colegio de Enfermería de Málaga. A esta realidad, se sumará en las próximas semanas la campaña de vacuna contra la gripe, que contempla el uso de espacios físicos ajenos a la estructura de los propios centros de salud, con deficiencias básicas para el ejercicio de dicha actividad.

El Manifiesto en defensa de la Atención Primaria redactado por el Colegio de Enfermería de Málaga analiza la situación actual y exige siete actuaciones concretas a la Junta de Andalucía para paliar la situación actual, que se verá agravada en los próximos meses si nada cambia (se adjunta Manifiesto íntegro). En el caso de Málaga, la provincia sigue a la cola de España en la ratio de enfermeros por habitante. Según los últimos datos del Consejo General de Enfermería, que agrupa a todos los colegios profesionales del país, Málaga es la penúltima a nivel nacional, después de Granada, con peor ratio. La Unión Europea tiene de media 711 enfermeros por cada 100.000 habitantes, en España esa relación baja a 546, en Andalucía a 413 y en Málaga a 328 (Granada, 325).

 

PETICIONES A LA JUNTA DE ANDALUCÍA

  1. Incremento del número de profesionales de Enfermería, al menos, hasta alcanzar la media nacional. Los profesionales deben disponer de los equipos de protección necesarios para el ejercicio de su actividad, así como recibir la correspondiente formación en materia de prevención del contagio.
  2. La toma de muestras para la determinación contagios y el estado de seroprevalencia es una función propia de los profesionales de Enfermería. Dicha actividad debe ser ajena a la propia atención primaria, creando equipos con la capacidad necesaria para atender los requerimientos continuos de forma ágil y accesible.
  3. Incorporación de otros profesionales a las labores de rastreo y seguimiento de contactos. Dedicación de las enfermeras a las funciones que le son propias, entendiendo el rastreo como labores administrativas que puede realizar otro tipo de profesionales. Creación de equipos y espacios con los elementos técnicos necesarios adoptando el modelo de rastreadores militares y call center.
  4. Implantación de la figura de la Enfermería Escolar. La incorporación de la Enfermería al ámbito escolar, además de sus funciones propias, son los responsables sanitarios en la aplicación de medidas preventivas contra el COVID.
  5. La administración de la vacuna de la gripe es una actividad propia de la Atención Primaria y una competencia de los profesionales de Enfermería.
  6. Creación de circuitos asistenciales que faciliten el acceso a la atención a los usuarios, evitando situaciones de malestar entre los ciudadanos y su reflejo en la relación entre los mismos y los profesionales de Enfermería.
  7. Rechazamos que como consecuencia de la situación provocada por la pandemia las competencias de los profesionales de Enfermería sean realizadas por otros profesionales. De igual forma, manifestamos nuestro rechazo a los intentos de privatización de determinadas labores propias del sistema sanitario público por parte de colectivos, organizaciones o poderes económicos.